Bueno, hoy receta expres, no tenía la cámara, mi móvil hace
fotos pésimas y no tengo tiempo de casi nada, como buen padre con trabajo e
hipotecado… Uno más de la clase media, la cual está en peligro de extinción.
Tiempo
No mucho
Ingredientes (para 2 personas)
Acelgas: un manojo, limpias, cocidas y muy bien escurridas,
insisto, aprieta un poquito en el colador, es fundamental.
Cebolla: una cortada a láminas, puede parecer mucho, pero a
mí me gusta así.
Ajo: tres medianos, cortados en daditos.
Pimentón: ya sabéis, del bueno, una cucharadita.
Vinagre de Módena
Aceite de oliva V.E.
Huevos: tres, lo mejor del corral de tu vecino, y mucho
mejor del tuyo ;-) Batidos en un recipiente donde nos quepan las acelgas.
Guarnición: tomate y nueces.
Al lío
Ponemos en una sartén los ajos y el aceite y encendemos a
medio gas. Cuando empiecen a estar doraditos echamos la cebolla y salamos, la
acelga pide poca sal, por eso salamos la cebolla.
Cuando empiece a estar
transparente (la cebolla), añadimos las acelgas. Tras saltear un rato, echamos en la misma sartén los ingredientes a un lado, de tal manera que en el hueco que nos queda nos
permita echar un chorrito de aceite para freír un poco el pimentón volviendo a
remover todo inmediatamente, terminamos con un chorro de vinagre de Módena.
En
un par de minutos apartamos.
Esperamos a que temple un poco la acelga tras lo
cual la añadimos al bol donde tenemos batidos los huevos, removemos bien. En una sartén con un chorrito de aceite para que no se pegue echamos la mezcla,
mantenemos a fuego bajo, a mí la tortilla de acelgas me gusta taparla. Al rato
le damos la vuelta para hacerla por el otro lado.
Notas
La tortilla, como no es para comerla en el momento lo
suyo es dejarla bien cuajada. Yo cuando compro las acelgas la cuezo y las dejo
ya en la nevera, porque ocupan mucho y me parece mucho más cómodo tenerlas
listas para darlas salida. Además soltarán agua y quedarán más escurridas en
caso de que decida utilizarlas para tortilla. La acelga a veces lleva tierra,
hay que lavarla muy bien.
El caldo de cocer la acelga lo podemos utilizar para
muchas cosas, a mí con un pelín de sal y un buen chorro de limón me encanta, lo
hacía mi abuelo y se me ha quedado esa manía cuando las cuezo. He puesto de
guarnición del plato unos tomates y unas nueces, no me dio tiempo a echarle
unos macarroncitos o algo de pasta que hubiese sido lo suyo, la puedes acompañar como
quieras.
Más fácil
Teniendo las acelgas cocidas es un plato rápido y muy rico.
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